Se desenvolvió en una forma brillante no sólo por su honradez (a la cual nos tienen acostumbrados los Tesoreros de nuestro club en este casi un siglo de vida) sino también por su prolijidad y una responsabilidad especial.

Actualmente integra la Comisión de Festejos de los 100 años. siendo también Tesorero de la misma. Es a su vez uno de los asadores que trabaja fundamentalmente en las “Polladas” (venta de pollos a las brasas, fuente de ingresos económicos), trabajo éste que comparte con otros compañeros como son Roberto Cartagena, Leonidas Tarela, Ruben Frostes, entre otros.

Pero lo más importante de Carlos (para sus más allegados “El Cumpa”) es su presencia permanente en nuestra Sede, siempre realizando algún trabajo, siempre por supuesto en forma totalmente desinteresada, ya sea en el mantenimiento de la Sede, en la recuperación y restauración del salón del fondo. Junto con otros compañeros, participó activamente en la Instalación de la calefacción en el salón principal de nuestra Sede, obra ésta que no costó ni un sólo peso al Club, ya que las pantallas fueron donadas por el asociado Oscar Gutiérrez, el resto del material se adquirió con el beneficio de venta de pollos a las brasas. La mano de obra total la realizó Carlos con la ayuda del ex arquero de nuestra Institución , el recordado Internacional Nilson Bertinat (que es otro de los que siempre da una mano a su querida Institución).

Carlitos se parece a hombre “orquesta” sabe de todo y a eso le suma una prolijidad artesanal fuera de lo común. Hoy está abocado a la restauración de sillas de caños de hierro y cármica, y de un cementerio de más de 100 deshechas ya restauró 25 usando materiales de las mismas a los cuales reacondicionó. Luego, en una segunda etapa, reacondicionó otras 18 a las cuales les hizo respaldos y asientos totalmente nuevos, con tanta perfección que llama la atención a quienes concurren a nuestra Sede (vemos foto de las mismas). En los próximos meses serán más de 100 reparadas a nueva. En esta tarea, en el ramo de pinturas lo ayuda el ya antes nombrado Nilson Bertinat, mientras que en el corte de cármica y otros trabajos recibió la ayuda de Roberto Cartagena, y a veces en forma esporádica algún otro compañero.

Carlos sigue trabajando, siempre en forma callada, sin alharacas, pensando cual será su próxima tarea para beneficio del Club de sus amores. Por hombres como “El Cumpa”, que por suerte el club los tiene, los tuvo y los tendrá, es que LAURELES va a cumplir sus 100 años de glorias y progreso permanente , y nadie lo duda seguirá su triunfal camino por las décadas de las décadas.

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